En este nuevo período de trabajo que estoy empezando, en esta nueva carrera recién estrenada, nueva asignatura. El título promete: "Últimas tendencias del pop español". Aunque, al leer la descripción, nuestro gozo se empieza a meter en el pozo. Realmente, viene a ser una introducción al pop (tratando también pinceladas de rock, como su contrapunto) y una visión histórica centrada en España, desde los 60 a los 90. De todas maneras, sea como sea, lo que más me sorprende de todo ello es que, dentro de la carrera de Musicología, sea la ÚNICA asignatura que trata de música "moderna", de una manera bastante básica, y además, con categoría de asignatura optativa. Vamos, que uno puede ser musicólogo y que le digas "Dire Straits" y le suene a chino.
Y ello me hace pensar. La música llamada "popular" (aunque todas las etiquetas tienen sus más y sus menos) es un área marginal dentro de los estudios musicales profesionales (a excepción de los interpretativos específicos). Realmente, su incorporación a los temarios es reciente, y últimamente se han desarrollado bastantes investigaciones y estudios, desde visiones sobretodo sociológicas.
El hecho es que mientras que una persona que no sepa quien es Bach, Beethoven o Brahms (o cualquier compositor que pertenezca al "top manta del clásico", en otras palabras, el canon) será considerada "inculta", aunque sea un gran DJ; en el caso contrario, un gran pianista clásico no será considerado "inculto" si en su vida ha oído hablar de Rod Stewart o Led Zeppelin.
Y, ¿qué sentido tendría que un ingeniero informático se dedicara a estudiar los 486, aunque trabajase con los últimos modelos? Si no estuviese puesto al día en su campo, sería apartado de la circulación. Probablemente, las exigencias en el campo musicológico cubren campos más amplios, y está claro que es posible pasarse la vida encerrado en la biblioteca, pero, ¿cómo podemos esperar conocer otras culturas y otros tiempos si no nos conocemos a nosotros mismos, ni nuestro propio tiempo?
Realmente, es una situación indignante que como hemos visto, se refleja en los planes de estudio. Y para mí, un gran instrumentista o teórico de escuela clásica que no tenga en su casa un solo disco que se salga de su corriente, es doblemente inculto. Inculto por desconocerlo y doblemente inculto por persistir en su ignorancia.
jueves, 22 de febrero de 2007
lunes, 19 de febrero de 2007
Y tú, ¿qué c+ñ+ estudias?
Esto de Musicología suena un tanto raro. Así de entrada, uno se puede imaginar a un señor de edad, con gafas (a las que él denomina anteojos), en una biblioteca, o sentado en un escritorio con libros polvorientos a su alrededor, y buscando la "esencia" de las cosas.
Eruditos de este estilo es cierto que existen en este mundillo, como también en tantos otros, pero no es ese el estilo de musicología "que se lleva". Con ello no quiero decir que sea una cosa de modas pasajeras, pero, corrientes como el postmodernismo y en definitiva, los años, no pasan en balde por ella. Aunque cuesta, hay muchos y diversos campos de acción, que cada día se acercan (aunque los hay que también se alejan) más a una experiencia cotidiana de la música.
Por poner un ejemplo: si disfrutas escuchando dance de los 90, himnos deportivos o los jingles de los anuncios (inciso: cuidado, puedes ser un friki), todo ello puede ser objeto de trabajo de la musicología.
Con esta entrada simplemente quería introducir un poco el tema, dado que intentaré ir explicando algunas cosas más, para que poco a poco se vea que la musicología no es una cosa tan "marciana" como pueda parecer a primera vista.
PD: También estudio otra marcianada como el violín barroco, pero eso es otro tema...
Eruditos de este estilo es cierto que existen en este mundillo, como también en tantos otros, pero no es ese el estilo de musicología "que se lleva". Con ello no quiero decir que sea una cosa de modas pasajeras, pero, corrientes como el postmodernismo y en definitiva, los años, no pasan en balde por ella. Aunque cuesta, hay muchos y diversos campos de acción, que cada día se acercan (aunque los hay que también se alejan) más a una experiencia cotidiana de la música.
Por poner un ejemplo: si disfrutas escuchando dance de los 90, himnos deportivos o los jingles de los anuncios (inciso: cuidado, puedes ser un friki), todo ello puede ser objeto de trabajo de la musicología.
Con esta entrada simplemente quería introducir un poco el tema, dado que intentaré ir explicando algunas cosas más, para que poco a poco se vea que la musicología no es una cosa tan "marciana" como pueda parecer a primera vista.
PD: También estudio otra marcianada como el violín barroco, pero eso es otro tema...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)