Hoy un disco se me ha tirado encima en FNAC. Bueno, quizás no en un sentido literal, pero hacía mucho tiempo que no me pasaba algo así: un flechazo total que no he tenido miedo a seguir y que me ha hecho reabrir este espacio personal. Y no en cualquier momento, sino en este período de estudio en el que, en principio, Libertad Sonora tenía que quedarse, agrícolamente hablando, en barbecho.
La verdad es que nunca me planteo qué compraré cuando entro allí. Siempre digo que algo vendrá a buscarme y querrá venirse conmigo, como una manera de tentar a la intuición. Con la idea de que fuese un libro, me he dispuesto a hacer el recorrido habitual por la tienda. Pero no he podido. Había un disco puesto, la voz me resultaba totalmente familiar, pero no sé porqué, me ha hecho darme la vuelta y empezar a intentar averiguar qué era aquello y porqué me hablaba a mí. No me han servido aplicaciones de móvil, no he conseguido adivinarlo en los expositores, dudaba en preguntar al chico, por aquello de si no era su sección... Vergüenzas tontas que tiene una.
De todas maneras, no debí ser muy discreta en mi deambular por el pasillo, ya que el propio chico salió de detrás del mostrador para preguntarme si necesitaba algo. Y sí, creo que he hablado en voz más alta de lo habitual: "Sí. Querría saber qué está sonando".
Novedad, y de oferta, no he dudado ni un segundo: ése era el disco que hoy tenía que comprar. Mi sorpresa ha sido más que agradable cuando he descubierto que se trata de un álbum optimista, que habla de crecer, de reconocerse, de no hacerlo solo. Lo firma John Mayer bajo el título "Born and rised", disco del que desconocía su existencia por completo. Quizás para algunos no sea nada especial, pero para mí ha sido un amor a primera vista.
Os dejo una canción a modo de muestra, Shadow Days. Sí, el chico guapo se ha dejado greñas y barba, pero canta honestamente cómo los días sombríos terminaron, cómo él es simplemente, un buen hombre con un buen corazón. Así que, gracias por venirte conmigo.