Un solo dedo en la nuca juega con mi pelo. Se me eriza la piel, pero no te lo digo. Espero que lo notes. Sí, lo has notado… y ahora juegas con tus labios. Me engañas, te acercas, te alejas. No puedo verte, pero tampoco quiero. Me gusta que me ataques por la espalda. Escalofrío. Vienes a buscar mi boca. Y yo te espero, sonriendo, intentando resistirme a mis ansias de morderte. Electricidad. Nuestras manos se cruzan, tropiezan, se alteran, se palpan, se oprimen. Nuestros cuerpos se acercan, la respiración se agita. Tú te alteras, yo contigo. Mis labios luchan con los tuyos en una encarnizada batalla sin ganador. Caos, desorden. Te quiero cerca. Más cerca… Y todo desaparece.
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