Tal cual empezó el concierto, cabe preguntarse cuál fue el motivo de la elección de la primera banda. Oriundos de la ciudad condal, el grupo presentó un estilo bastante particular: un rock con toques electrónicos, bastante duro en algunos momentos. Dentro de esto, su música tiene potencial y energía, pese a que una puesta en escena más dinámica podría ayudarles a defenderla. De cualquier modo, su directo quedó lamentablemente deslucido por varias razones (ajenas a la banda): de entrada el contraste para el público, que mentalizado en ver a un par de grupos de buen pop, se sintió desconcertado al encontrarse con aquella música, en las antípodas de lo que presentaron los otros dos grupos; y sobretodo, la sonorización. En una sala como Razzmatazz 2, que no se caracteriza precisamente por tener una acústica ideal, sonorizar a una banda como esta era tarea difícil, quizás demasiado. El volumen fue excesivo, sensación acrecentada al estar la sala aún medio vacía, y los agudos de las guitarras o los platos, fueron verdaderamente hirientes. En definitiva, el caso paradigmático de que un buen concierto depende casi más del que controla desde abajo, que de los que tocan arriba. Esperaremos a verlos en otra ocasión.
[caption id="" align="alignleft" width="430" caption="Tachenko ayer en Barcelona (Foto: Mario Gómez)"][/caption]
Tras la primera hora de actuación, los siguientes en lista fueron los zaragozanos Tachenko. El grupo trajo de nuevo a Barcelona su sonido limpio, alegre y dinámico, con ritmos y harmonías beatlelianas que siempre son de agradecer. En este caso, parece ser que los técnicos de la sala estuvieron ya más atinados, también ayudados por la mayor cantidad de público, que poco a poco llenaba la sala. De este grupo impresiona su ímpetu en escenario, su entrega, y su cercanía al rock, que contrasta con la idea que de ellos puede quedar al escuchar sus primeros trabajos. Destacar la versión de "Amable" que ofrecieron ayer: todo un regalo desbordante de energía. Al lado de temas ya clásicos como "Nataciones" o "Entrada de artistas", o entregas de su último trabajo publicado "Hacia el huracán" o "El mundo se acaba", echaron a rodar un par de canciones del que será su próximo trabajo, del que Sebas Puente nos comentó, esperaban la salida a finales de año. Suenan realmente bien, aunque si hemos de hacer una petición de cara a este próximo álbum, sería que por favor, la producción y mezcla final hagan justicia a lo que Tachenko es en directo. Se lo merecen.
Finalmente, siguiendo el planning previsto, aparecieron Lori Meyers en escena. Los chicos de Loja ofrecieron una hora y media de concierto, en el que repasaron éxitos tanto de sus discos anteriores, como de su último álbum, el celebrado por la crítica "Cronolánea", del que quizás se echaron en falta algunas canciones. Puestos a ser críticos, e hilando con esta ausencia de determinadas canciones, hemos de decir que más que temas concretos, se echó de menos ese otro registro de la banda, capaz igualmente de hacer canciones íntimas, recogidas, como su "Saudade". Haber intercalado este tipo de canciones, además de haber hecho el desarrollo del concierto más dinámico (por contraste con sus grandes himnos pop), nos habría descubierto esa otra faceta de la banda, que parece hablar de tú a tú. De cualquier modo, su directo es contundente. La sala, ahora ya sí, con todo el público entregado, respondió de manera más que sincera y agradecida. Se corearon las canciones, se botaron los estribillos. Finalizaron, no podía ser de otra manera, con "Alta Fidelidad", sin dejarnos respirar un solo segundo entre salto y salto. Sigamos atentos a ellos, tienen mucho que ofrecer.
[caption id="" align="aligncenter" width="523" caption="Lori Meyers en un momento de su actuación de ayer (Foto: Mario Gómez)"][/caption]
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