Mientras encendía el cigarrillo, Mario recordó aquella película en la que Jack Nicholson pasaba el invierno en un hotel vacío. Aislamiento. Incomprensión. Y como él, horas y horas ante la máquina de escribir. Sí, se sentía frustrado y perturbado con la más mínima interrupción. Decidió ir a hablar con su mujer. Mientras se dirigía a la cocina, pensó que realmente le gustaba Stanley Kubrick.
3 comentarios:
Este Mario siempre con una sorpresa, ¿no, Airuna? Te mando un abrazo y te espero por allá, compañera. Recuerda que allá soy Esteban, no Daniel.
Ai Daniel... que la de este blog soy yo, María, jeje. Nos seguimos leyendo.
Ciertamente, a este Mario le dio por hacer una de cosas esta semana!! :)
Ah, puto despiste el mío, Maria, discúlpame. En todo caso, volveré. Un beso.
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