sábado, 29 de octubre de 2011
Recomendando a Anaïs Mitchell
sábado, 24 de septiembre de 2011
Mujeres, música y Joan Osborne
And she tried to change my mind
She said, don’t waste your time in looking
There’s nothing left to find.
domingo, 11 de septiembre de 2011
Empezando un nuevo curso
Suena a topicazo: la vuelta al cole. Septiembre, el otoño, renovación. Pero la verdad es que no se me ocurre mejor manera para hilar la puesta en marcha post-vacacional de esta página. Durante estos meses de verano, he ido eludiendo la gran pregunta: ¿la cierro o no la cierro? Ha sido una época de cambios, de adaptación. Cierto es que existen muchas páginas musicales en esta esfera virtual: mucho más actualizadas, mucho más modernas, si quieres llamarlo así.
LibertadSonora, la verdad, nunca ha sido una página trendy, ni lo ha pretendido. Así que, una vez asumido que uno es su propia competencia, y que las cosas cuando mejor se hacen es por gusto: ¿por qué bajar la persiana de mi espacio personal? Todo sigue adelante, y no puedo evitar cada día caer en nuevos sonidos, o sonidos antiguos que vuelven a mis oídos. Como me dijo un buen amigo hace un par de días: “María, tú te alimentas de música”. Y no le falta razón. Cada momento para mí lleva una banda sonora de fondo. Y eso es algo que no quiero dejar perder. Que quiero fijar y compartir contigo, quien quiera que seas, y que estás al otro lado del muro.
Así pues, quitamos el cartel de “Cerrado por vacaciones” y levantamos la persiana. Verás que ya rondan por aquí nuevos artículos que han ido surgiendo estos días. Y veamos qué nos depara el nuevo curso. ¡Se admiten sugerencias!
martes, 6 de septiembre de 2011
Roger Waters, Parsifal y los musicólogos
Por carambolas de la vida, tuve la suerte este año de ver por dos veces a Roger Waters en su gira de aniversario de “The Wall”, en el Palau Sant Jordi en Barcelona y en el Palais Bercy, en París. Del álbum ya hablamos en su día, y sobre los conciertos se han escrito líneas y líneas en los diferentes medios de comunicación. Es por eso que prefiero salir de la crítica pura y dura, para entrar en terrenos más… musicológicos. ¡Y que nadie se me asuste! No soy yo de tochos incomprensibles… Espero no caer en la trampa justo hoy.
Al grano: lo que vi fue mucho más que un concierto cualquiera. Las aproximadamente dos horas de música encerraban mucho más que un artista concreto interpretando un álbum. Aquél disco, que había sido un retrato autobiográfico del propio Waters hace más de treinta años, crecía: sus significados se habían ampliado, pasaban de un individuo a todo un colectivo social. Las imágenes y símbolos que acompañaban cada uno de los cortes del álbum, nos remitían a algo más grande: tú eras también aquel crío asustado tras el muro. De esta manera, el enfrentamiento de Waters a su propia historia se convertía en el enfrentamiento de todos contra un sistema. Así pues, el álbum no sólo resistía el paso del tiempo, sino que cambiaba, se actualizaba por sí mismo y parecía tener más sentido que nunca.
Esta sensación, combinada con el despliegue tecnológico y escenográfico, que acompañaba al desarrollo sonoro con un impecable desarrollo visual, me remitió directamente a aquellas horas de estudio dedicadas, sí, a Richard Wagner. Horas que giraban sobre un concepto: la obra de arte total, la gesamtkunstwerk, para ser más exactos. Esta idea tan propia del compositor germano abogaba por óperas que fuesen más que óperas: más que música, más que teatro, más que arte plástico. Buscaba crear algo que trascendiera todo aquello, que extrajera lo mejor de cada arte en beneficio de una última creación.
Antes de que algún wagneriano se me eche encima, aclararé: ¿Qué tienen que ver Roger Waters y Richard Wagner? A parte de compartir iniciales, no mucho. Pero lo que me hizo retrotraerme hasta el XIX fue una idea que se da en contadas ocasiones: la obra superando al creador. Así como las obras de Wagner sobreviven más allá del propio autor, se reinventan año tras año, las hemos visto con mil y una escenografías, ¿porqué no imaginar un The Wall re-interpretado dentro de, quién sabe, treinta años? De igual manera que “Parsifal” existe por sí mismo, también “The Wall” tiene su propia entidad.
Está por llegar el estudio musicológico que defienda su cohesión interna, su capacidad de renovación, el mundo audiovisual que se ha creado a su alrededor. Aún parece quedar lejos y pondré un ejemplo práctico. Durante mis estudios, hice justo esta propuesta de trabajo a uno de mis profesores. La respuesta fue: “Deberías saber que no es lo mismo analizar a Liszt que a La Macarena”. Ante esto, sólo me quedaron más ganas aún de enfrentarme al estudio algún día y una frase popular rondándome la cabeza: ¡qué atrevida es la ignorancia!
lunes, 5 de septiembre de 2011
La esperada vuelta de Noel Gallagher
Disfruté también durante años de un bootleg de calidad bastante regular que corría por esa red sin streaming que teníamos no hace tanto, Noel and Gem: Live in Paris, diría que se llamaba. Me parecía increíble como con tan poco se podía hacer tanto. Un acústico, un par de guitarras, y las canciones de siempre que sonaban como nunca. Escuchar Married with children o la mismísima Wonderwall en la voz de Noel me parecían pequeños milagros irrepetibles. Y como siempre, la promesa de ese disco en solitario que nunca llegaba.
Y llegó la disolución de Oasis (no sin puñales cruzados, como era de esperar). Y llego el debut de Beady Eye, del que ya hablé en su día. Y tras años y años, llega, por fin. Noel Gallagher’s High Flying Birds. Aparecen los temas con cuentagotas, apenas tres hasta el día de hoy. Pero este asomar la nariz no provoca más que quiera oír desesperadamente el resto. The death of you and me, que no deja de recordar a The importance…, supera la similitud inicial para convertirse en un single de pleno derecho: bien producido, con una línea melódica precisa que se clava en tu cerebro. Tras esta, llega la cara B, The good rebel: con una alegría contagiosa y una melodía que en sus buenos tiempos Liam hubiese defendido con muy buenos resultados. (¿Quién puede no imaginarlo cantando ese I don’t care for the suuunshine?).
Y cuando piensas que esto es demasiado bueno para ser cierto, aparece el segundo tema oficial del disco: If I had a gun. Y aquí es cuando el botón del play de youtube empezaría a crujir si los botones digitales crujieran. Lo sé, de nuevo recuerda a mil temas previos. Pero no puedo resistirme a la atmósfera relajada que crea el colchón armónico, al guiño a Fade Away, al ritmo marcado de la base, a un estribillo que se abre como sólo Noel sabe. Y ciertamente, quizás no haya sido el mejor letrista de todos los tiempos, pero con poco basta. Al menos para mí. Así, no veo el día en que pueda escuchar el resto. Mientras tanto, ¡que cruja youtube!
Y perdonad. En el momento en que escribo esto, acaba de aparecer “AKA… What a life”, segundo single oficial… Con vuestro permiso, me retiro.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Anathema: "Hindsight"
En resumidas cuentas, Anathema mira hacia atrás caminando hacia delante. Un par de álbums para preparar los auriculares, estirarse en la cama y cerrar los ojos. Y tú, ¿no sientes la semilla?
viernes, 2 de septiembre de 2011
Joan Colomo, en bruto
jueves, 1 de septiembre de 2011
Scott Walker: 30 century man (2a parte)
2a parte: Scott Walker, el documental
lunes, 6 de junio de 2011
Scott Walker: 30 Century Man (1a parte)
sábado, 28 de mayo de 2011
Los Mapas de Vetusta Morla
A veces tropieza una con discos que necesitan de un tiempo para ser asimilados. Nos estamos acostumbrando a un ritmo informativo vertiginoso, que nos lleva a crearnos opiniones drásticas sobre acontecimientos de forma casi immediata, y lo que sucedió ayer, mañana quedó en el pasado. Y yo, que queréis que os diga, no quiero acostumbrarme. Igual que no es lo mismo comerse una insípida barrita sustitutiva en tres minutos que sentarse a la mesa y masticar cada bocado. En ambos casos habrás comido, sí. Pero no es lo mismo.
Esa sensación también podría aplicarse a la música. Muchos compiten en ver quién es el primero en reseñar un lanzamiento, en escuchar los treinta segundos de avance, en devorar la barrita de fresa sintética. Quizás este sistema sirva para dar salida a discos de consumo inmediato, discos inconexos que no son más que una suma de doce o catorce cortes que tanto podrían ir ordenados de arriba a abajo que de abajo a arriba. Pero luego están las pequeñas obras de arte, y aquí es donde llega Vetusta Morla, con su disco "Mapas" bajo el brazo.
Sí, estuve en el primer concierto de Barcelona. Fue una noche increíble, y salí de la Sala Bikini con el disco en la mano, pero hasta ahora no he creído que pudiera dar una opinión medianamente meditada. La euforia de los conciertos ayuda a ensalzar sin medida, y sobretodo si las veladas son de la talla de la que nos ofrecieron los madrileños el pasado día 10, que abrieron con unos "Días raros" que ponían el vello de punta. Recuerdo cómo no podía abrir más los ojos, como si quisiera que el sonido también entrase por ahí. Algunas canciones más tarde, me empecé a habituar a la sensación y esa especie de éxtasis inicial fue disminuyendo, y fui prestando atención, sin querer, a las pequeñas incomodidades de cualquier concierto: el chico alto que inevitablemente siempre está delante de tí (sobretodo teniendo en cuenta que una no es lo que se dice, demasiado espigada), cuando no es una chica con pelo rizado que lo mueve frenéticamente a un lado y a otro o alguien que vocea la canción a pleno pulmón todo lo dentro del tono que puede, aun sin conseguirlo del todo. De cualquier forma, la sensación de estar escuchando buenos temas no disminuye. Centro mi atención en lo que pasa arriba: la ejecución es prácticamente perfecta, el grupo domina las nuevas canciones y hace sonar las antiguas como nunca (¡quizás debiera decir como siempre!). El volumen en ocasiones abruma, como en ese interludio psicodélico de que dotan a "La Marea", una canción que empieza en las líneas más acústicas y limpias, deriva en un mar de sonidos distorsionados y compases irregulares y vuelve a su clima inicial, como si nos hubiéramos quedado atrapados en medio de una tormenta que finalmente amaina. Intensidad y más intensidad. Eso fue lo que vivimos en la sala Bikini, pese a esa costumbre que empieza a ser insufrible de tapar los acústicos de guitarra y voz desde el público. (Como si aquello fuera un karaoke, oiga.)
Aunque, la verdad, prefiero no quedarme con eso. Una vez digerido el concierto y el álbum, sólo podría quitarme el sombrero que no tengo ante esta vuelta tan esperada. No ha debido ser un trago fácil, y más con un listón como el que dejó "Un día en el mundo", que dejó críticas difícilmente superables, como la del periodista Santiago Alcanda, que lo describió como el "mejor primer disco de un grupo en la historia del rock español". No seré yo quien lo desmienta. Pero volviendo a "Mapas", es un trabajo de orfebre (nota: también en cuestiones de diseño gráfico). Cada canción llega en su momento justo. La gran obertura de "Días raros" da paso a la sinceridad de "Lo que te hace grande", que a su vez tiene continuidad con "En el río", y así podría seguir hasta llegar al último corte. Un sonido elaborado, pero no cargante. Texturas llenas pero claras. ¡Dinámicas de volumen! (Sí, ¡eso que es tan difícil encontrar en el pop!). Líneas melódicas que suenan a Vetusta, pero sin hacerse repetitivas. Lo dicho, ¿se nota mucho que prefiero la comida a fuego lento?
lunes, 25 de abril de 2011
Una velada en el Romea con Manel
martes, 5 de abril de 2011
Libre Asociación, renovado The New Raemon
lunes, 28 de marzo de 2011
Entre amigos con Maria Rodés y Joan Colomo
miércoles, 23 de marzo de 2011
AtletA presenta Catedrales: "La única recomendación sería cerrar losojos y dejarte llevar"
Las influencias digamos teóricas son más o menos las de siempre: Morricone, Moroder, Miles Davis, Harmonia, Neu!, David Axelrod, Jean Claude Vannier, Can, Cluster, Kraftwerk, Zombi, Broadcast, Tim Blake, Heldon...
A nivel práctico se nos ha abierto un campo increíble con la incorporación de sintetizadores, samplers y composición en el laptop. Es alucinante tocar instrumentos que antes no habíamos tocado, crear una banda con líneas pregrabadas en loops y samplers, volver a empezar de cero y apañarnos con lo que tenemos. Es realmente volver a empezar a tocar. Esto puede hacerse muy lejano o planteartelo como un reto y aprender cosas nuevas cada dia. De ahí sale Atleta.
¿Qué hay del proceso de creación? ¿Cómo han surgido y se han perfilado los cortes del disco?
Pues posiblemente hacía mucho tiempo que nos andaba en la cabeza hacer algo los dos, puramente. Jose y yo siempre hemos interactuado de manera casi esotérica, en 12twelve eso nos trajo alguna complicación, es cierto. Y pienso que no lo habíamos hecho antes por tener proyectos vivos que nos quitaban tiempo, pero también porque es ahora cuando empezamos a sentirnos cómodos con el uso de máquinas y nos encanta aprender cada día de ellas.
domingo, 20 de marzo de 2011
El Biggot más teatral
jueves, 10 de marzo de 2011
Igloo, aires densos en ∞3
Ya hace varios días que este álbum cayó en nuestras manos, pero así como hay casos en los que las palabras brotan solas y quizás no tras la primera, pero sí durante la segunda escucha, es uno capaz de sintetizar sus impresiones acerca de un disco, hay otros trabajos que requieren algo más de tiempo. Una digestión, una asimilación mayor. Ése ha sido el caso de el último trabajo de Igloo, el cuarto desde su primer disco homónimo en 2005.
Grabado en los estudios Planta Sónica II de Vigo con Pancho Suárez, y producido por Iago Lorenzo en Litium (Pontevedra), este ∞3 constituye una suerte de puzzle denso y oscuro, que contrasta con la claridad de sonido de por ejemplo, "#2. La transición de fase", su anterior disco, publicado en 2009. Ya desde la portada se nos sugiere una atmósfera de descubrimiento que en el interior del álbum se concretará en una aproximación a temas habituales como las dudas, el amor, la vida o el destino, aunque desde una perspectiva nueva, desde el punto de vista del extraño que se contempla en el espejo.
Así, el disco oscila entre una entrada oscura y densa de melodía aérea, como es Nanomédicos, viaja hacia la fuerza de El mundo de Kira, la explosión de lo etéreo en Cientos de motivos y reposa en cortes como Nina Kulagina. El ambiente industrial llega en Desastrología y la concesión al pop-rock inglés en E.L.O.. El tema instrumental que da título al disco abre la recta final: Ausencia parcial presenta de nuevo una línea vocal clara con momentos álgidos e instrumentación intensa, nos dejan respirar con Buenos Momentos, nos hacen bailar con Años Luz y llega Zumo V, el tema que cierra el álbum: una base rítmica contundente y abierta con guitarras acompañantes y el contraste con voces armonizadas sobre teclados y, finalmente, la fusión con la melodía principal de la voz que aparece deslizante como una pieza más de este puzzle sonoro.
Lo sabemos, ha sido una descripción llena de adjetivos e imágenes, pero la tarea de traducir sonidos en palabras siempre es ardua, por no decir imposible. De esta manera, preferimos recomendaros directamente que os reservéis un momento para vosotros mismos, que os dispongáis a realizar un pequeño ensayo de instrospección y escuchéis este Infinito 3. Os sorprenderá.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Polock, sensación rock que no deja de crecer
por Sam Gutiérrez
Cuando su nombre empieza a sonar con fuerza en nuestro país, estos jóvenes valencianos ya tienen programada una gira que les llevará a recorrer Estados Unidos. Los Angeles, Austin, Washington y Nueva York serán los destinos de Polock en este tour, que demuestra el prestigio y el nombre que han adquirido recientemente fuera de nuestras fronteras. ¿Su fórmula del éxito? Papu, Pablo, Sebas, Alberto y Marc se caracterizan por unos temas extremadamente frescos, peligrosamente pegadizos y exageradamente bailables. Y aunque evoquen por momentos a The Leadings o Hola A Todo El Mundo, Polock han conseguido impregnar su primer álbum, “Getting down from the trees”, de un estilo propio y un desparpajo que ha enganchado a miles de personas en todo el planeta.
Además, acompañan su rock guitarrero con una imagen potente, moldeada durante sus estancias en los epicentros más importantes del panorama musical europeo, como Berlín o Londres. En la capital británica han rodado recientemente el videoclip de su éxito “Fireworks”, producido nada más y nada menos que por el sello Black Sheep (responsables de vídeos para OK Go o Snow Patrol, entre otros). Y eso no ha pasado por alto para dos de las publicaciones musicales más conocidas del mundo anglosajón: La revista británica “Dazed & Confused” y la norteamericana “The Fader” dan gran protagonismo al lanzamiento del nuevo videoclip de los talentosos valencianos. A parte de en el Reino Unido, su álbum debut se comercializará en breve también en Alemania y Francia.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=kR-cwhepOPU[/youtube]
Tras deleitar junto a los cántabros Estereotypo a la barcelonesa Sala Apolo el pasado 19 de febrero, parece que por el momento no hay fechas definidas para recorrer territorio español. Únicamente la primera semana de agosto en el Arenal Sound 2011, en Burriana (Castellón), dónde el cartel va tomando forma y se augura muy recomendable.
Así, tras hacer las maletas y vestir al tigre que los representa con la bandera estadounidense, Polock siguen con hambre de mundo... Próxima parada: Estados Unidos. A bailar!
PD: Hemos hablado de Polock y aprovechamos para presentar a un nuevo colaborador de este espacio. ¡Bienvenido Sam, y que lo disfrutes!
viernes, 4 de marzo de 2011
Cuerdas Rotas (cap. 8): Carnaval y cantantes pop!
(haz click en la viñeta para verla a tamaño completo)
lunes, 28 de febrero de 2011
The Ryan O'Reilly Band
No abundan las ocasiones de presentar a alguien como Ryan O'Reilly. Escribiendo canciones desde los 15 años, lleva cantando guitarra al hombro desde los dieciséis. A raíz del descubrimiento de la obra maestra de Jack Kerouack, On the road, esta misma expresión parece haberse convertido en el leitmotiv de su vida. Su primer gran viaje fue a tierras canadienses, en 2004, cuando a los 18 años fue en busca de un tío abuelo suyo que emigró allí desde Irlanda. Al poco tiempo se hizo a la escena musical local, coincidiendo con dos chicos de Toronto: Tyler Kyte y Nick Rose. De ahí surgió su proyecto "Blue Fox", con un EP autoeditado, que los críticos calificaron como "mágico, bellamente grabado, con canciones amables, evocadoras y con sorprendente seguridad" (Rock'n'Reel Magazine, 2008) comparando la voz y estilo de Ryan con la del mejor Jeff Buckley (www.rawrip.com). De esta etapa canadiense también surgió un primer álbum en solitario, que puede encontrarse en iTunes, aunque Ryan asegura no haber visto nunca un céntimo por él. Tras varias idas y venidas, en la primavera de 2008 Blue Fox giró por Irlanda e Inglaterra, tocando en Camden Town, Bath, Winchester, La Isla de Wight y Dublín, entre otros.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=zeuwkToCT7s[/youtube]
Su modo de expresarse, su estilo musical, es claramente propio de épocas anteriores. Influencias declaradas de Ryan O'Reilly son, por ejemplo, Neil Young o Ryan Adams. Aunque por convicción personal, intenta no dejar que afecten demasiado a sus propias canciones. De armonías claras y con fuerte presencia de coros, su punto fuerte son las letras, de marcado carácter autobiográfico.
Con 22 años, su actual proyecto es The Ryan O'Reilly Band, con Tali Trow al bajo, Brad Thomas al piano, Dave Granshaw a la batería y Spencer Cullum a la guitarra. Con ellos acaba de publicar un EP titulado Emily, que puede oírse en su página web (abrir con Internet Explorer!). Integrado por cuatro títulos, los arreglos que visten estos nuevos temas cuentan con un sonido más contemporáneo, aunque no por ello pierden su esencia tradicional procedente de la Americana y el folk irlandés. Entre los temas de este EP se encuentra November, la hasta el momento canción preferida de la banda, en la que la letra deja claro el desencanto de O'Reilly por la industria musical y su tejido:
You'll never change the world with your songs and your guitar/There's people half your age and they're going twice as far.
(Nunca cambiarás el mundo con tus canciones y tu guitarra /Hay gente a quien doblas la edad que han llegado el doble de lejos.)
Y es que no está dispuesto a dejar de ser quien es. En una ocasión un A&R de una discográfica, que asistió a algunos de sus directos, objetó que en sus conciertos tocaban demasiados estilos distintos. Pues bien, es lo que pretende seguir haciendo. Su punto fuerte es precisamente ese: el concierto en vivo, la comunicación con el público, el contacto directo con la música. Y para aquellos que residáis en la zona de Barcelona y no queráis perder la pista de este talento auténtico que es Ryan O'Reilly, el próximo día 13 de marzo estarán en la sala "Els Genis" de Badalona, a partir de las 20.00h. Una ocasión inmejorable de disfrutar de la autenticidad de The Ryan O'Reilly Band.
Sigue a The Ryan O'Reilly Band en Facebook y en MySpace!
martes, 22 de febrero de 2011
El debut de Beady Eye, el nuevo proyecto de Liam Gallagher
He de confesarlo. No albergaba muchas esperanzas respecto a este álbum. Su single de presentación, Bring the light, pese a que me sorprendió por su sonido, con cierto aire retro (al que por otra parte contribuía el artwork de su portada), no consiguió engancharme. Pero tras haber escuchado el disco completo, me alegro de haberme equivocado.
Different Gear, Still Speeding es la muestra de que una carrera que cumple 17 años este 2011 no se forja sólo a base de suerte. Liam Gallagher, al frente de su nueva banda Beady Eye, presenta un disco de rock completo y ágil, que salta de un corte a otro con facilidad, alternando temas enérgicos como el que lo inaugura, Four Letter Word, con medios tiempos impecables como The Roller, recién estrenado tercer single. Por ahondar un poco más en esta diversidad, mencionar los contrastes que forman la inmediata Beatles and Stones, de final abrupto, con Bring the light, que escuchado junto al resto del álbum parece adquirir otra dimensión y tras ellas, For Anyone, que es sorprendentemente la canción de sonido más limpio, acústica y en esencia, pop hasta el extremo.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=pcOJu0g8dbw[/youtube]
Y al hilo de For Anyone, y enlazando con Kill for a dream, aparece una de las constantes en Liam Gallagher, y no sólo en esta nueva etapa: su admiración por los cuatro de Liverpool y en concreto, por John Lennon. De nuevo, esta influencia se deja ver sobretodo en temas como éstos, gracias a armonías tradicionales que no por habituales dejan de ser agradables, líneas melódicas claras y ritmos que traen a la mente, en ocasiones los sonidos de primeros de los 60, otras veces los cercanos a los 70 más propios de discos como Rubber Soul.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DkU_rAzdlKk[/youtube]
Pero la crónica no estaría completa si no mencionáramos uno de los puntos inevitables a la hora de hablar de Beady Eye: su parentesco con Oasis. En este caso, si bien es cierto que la banda debutante se distancia de los últimos sonidos de su predecesora, cercanos incluso a la psicodelia, también lo es que remite a los sonidos de etapas anteriores, más propio de álbumes como Standing in the shoulder of giants.
De cualquier manera, y por mucho que nos pueda la nostalgia, Beady Eye y Oasis, son dos mundos distintos, muy cercanos, pero separados. Es por eso que, si no desprendemos de prejuicios y evitamos buscar la mano de Noel en los distintos cortes del álbum, nos encontraremos con un buen disco de rock de sonido británico y con más de un tema destacable. Y es que ser un Gallagher ni se compra ni se vende, se es, y punto.
lunes, 21 de febrero de 2011
21, el nuevo álbum de Adele
por Enric Zapatero
La clásica maldición del segundo álbum. Una de la que se salvan muy pocos. Pero tranquilos, que Adele forma parte de ese selecto grupo de artistas que consigue crear un álbum tan perfecto que deja el anterior pequeño, muy pequeño.
21 sigue la estela de 19, usando como título la edad de Adele al inicio del álbum. Y el mérito, por lo visto, se lo debemos a su ex, el que la dejó poco antes de empezar la creación del disco. Según palabras de la misma Adele, si su chico no la hubiera abandonado, ahora nos encontraríamos ante un disco lleno de letras sobre habitaciones de hotel y la fama y la superficialidad. Así que gracias a él tenemos un disco hecho desde el dolor más profundo, sincero, honesto, sencillo y a la vez faraónico, variado pero con un sonido muy marcado, y sobre todo muy, muy emocionante.
El primer single Rolling in the deep habla por sí solo. Las percusiones mandan en un tema que empieza lento, elegante y mantiene ese sonido sofisticado guiado por la perfecta y cálida voz de la artista, que nos desgarra cantándonos que podríamos haberlo tenido todo. Una colaboración imposible con Ryan Tedder se lleva a cabo en Rumour Has It, con un sonido diferente a ambos, mucho más duro y crudo, alejándose de las baladas ñoñas del OneRepublic. Temas como Turning Tables o Don’t You Remember nos muestran una Adele muy clásica, muy 19, triste, reconociendo que hay que dejar atrás las discusiones y que cuando se ha acabado, se ha acabado.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=rYEDA3JcQqw[/youtube]
Se quedó a las puertas de ser segundo single, pero ello no quita que Set fire to the rain sea probablemente el mejor tema de todo el álbum, por su sonido rico, su orquestra, sus guitarras y la forma en que la voz de Adele se desvive, mucho más que para el resto de temas. Un sonido muy cercano al de Alicia Keys aparece en He won’t go, mientras que en Take it all el sonido es muy clásico de balada británica, mientras le canta a su ex que se lo lleve todo, incluido su amor.
El único tema positivo del álbum es I’ll be waiting, impregnado de una extraña felicidad del tipo “yo te espero, sé que volverás”, nada sano pero la producción le da un empuje de optimismo que se agradece. Pero esa felicidad termina pronto con One & only, una canción negra al 200%, que podría haber sido de las Supremes, tanto por el sonido atemporal, la letra dramática y una voz desesperada que llama al amor que nunca volverá. Y en Lovesong todo se calma para mostrarnos unos sonidos muy mediterráneos, con guitarra acústica y algún que otro chelo. Su voz cae dulce con unas pocas frases, tópicas todas ellas, sobre el amor que siente por él.
Pero Adele se reserva lo mejor para el final. Someone like you es quizá una de las canciones más tristes y perfectas escritas en los últimos tiempos. Tener el valor de reconocer que no has superado la ruptura y cantar engañándote a ti mismo que encontrarás a alguien como él y plasmarlo en este precioso tema tiene mucho mérito. ¿Lo mejor? Su voz y el piano, y que no hace falta nada más, ningún arreglo más, y como muestra la actuación de los BRIT en la que eclipsó el despliegue mastodóntico de gente como Take That o Rihanna.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=qemWRToNYJY[/youtube]
Adele ha superado con nota la prueba del segundo álbum, deleitándonos con 11 temas que, pese a girar alrededor de un tema, el tema sobre el que más se ha cantado en la historia, consigue emocionarnos, sonar sincera, atemporal, emocionante y emotiva.
domingo, 20 de febrero de 2011
Retrospectiva: "Arnold Layne", Pink Floyd (1967)
por José Montes
Hoy centramos nuestra mirada en una canción, unos la tacharon en su día de “obscena”, otros de “inteligente e irónica”, algunos de “extraña”, yo la definiría por encima de su calidad musical como “histórica”. Hablamos de Arnold Layne, primer sencillo de Pink Floyd.
El 27 de Febrero de 1967, los cuatro jóvenes que entonces formaban un grupo que empezaba a estar en boca de todos, Roger Keith Barret, más conocido como Syd Barret, (guitarra, voz y genio del grupo), Roger Waters (bajo), Nick Mason (batería) y Rick Wright (teclados), entraban en los estudios Sound Techniques de Chelsea de la mano de Joe Boyd. Boyd era DJ residente de la sala UFO, templo del movimiento underground de la época, donde tocaban con frecuencia. Su idea era grabar seis temas y escoger dos para el single, aunque finalmente solo grabaron dos, pues era prioritario para ellos lanzarlos al mercado cuanto antes: Arnold Layne como single principal y Candy and a currant bun como cara B, ambas de Syd.
Arnold Layne cuenta la historia de un hombre que robaba ropa de mujer de los tendederos del vecindario para travestirse. Waters insiste en que era una historia real, que tanto su madre como la de Syd tenían estudiantes subarrendadas, ya que en su calle había un colegio femenino, y recuerda largas hileras de sujetadores y bragas en los tendederos, de los cuales algunas desaparecían con frecuencia.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=EQTFRq1hjtM[/youtube]
El single se publicó el 11 de Marzo, causando gran sensación. Inmediatamente Radio London lo prohibió, lo que como siempre contribuyó rápidamente a agrandar su fama. Poco a poco, medios y críticos empezaron a hablar bien del disco que llegó a ser nº 20 en las lista de éxitos del “Record Mirror”. Valga como ejemplo la definición que hizo el poeta vanguardista de la época Pete Brown: “Arnold Layne es un hito en la música pop”.
Pink Floyd, de la mano de Syd Barret, empezaba a abrir un nuevo camino musical en la escena del pop británico, convirtiéndose rápidamente en un grupo de renombre. Con su ascensión inmediata, vinieron las presiones, lo cual empezó a marcar el principio del fin de Syd en el grupo, pero esa es otra historia que abordaremos otro día. Un dato curioso, es que Arnold Layne, nunca formó parte de un LP del grupo, solo se publicó como sencillo original en 1967, y una reedición en 1997 de los 6 primeros temas del grupo. Más tarde sí se incluiría en sus recopilatorios Relics y Echoes.
Arnold Layne had a strange hobby
collecting clothes
moonshine washing line
they suit him fine
on the wall hung a tall mirror
distorted view, see through baby blue.
Now he's caught - a nasty sort of person
they gave him time
doors bang - chain gang - he hates it
Oh, Arnold Layne
it's not the same, takes two to know
two to know, two to know
why can't you see?
Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne.
Don't do it again.
Traducción:
Arnold Layne tenía una extraña afición
recoger ropa
del tendedero a la luz de la luna
Le sentaban bien.
En la pared colgaba un espejo alto
visión distorsionada, ver a través del azul celeste
oh, Arnold Layne
no es lo mismo, se necesitan dos para saberlo.
¿No te das cuenta?
Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne.
Ahora está atrapado – un tipo de persona asquerosa
Le dieron tiempo
portazos –prisioneros encadenados- él lo odia,
oh, Arnold Layne
no es lo mismo, se necesitan dos para saberlo.
¿No te das cuenta?
Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne, Arnold Layne
No lo vuelvas a hacer.
viernes, 18 de febrero de 2011
"Charm School", el regreso de Roxette
No recuerdo donde leí que Roxette siempre había sido un grupo que parecía haber triunfado con algunos años de retraso. Que habían sido un grupo de los ochenta que triunfó en los noventa. Quizás tuvieran razón y el estilo de Per Gessle y Marie Friedriksson no se haya caracterizado demasiado por su vanguardismo y originalidad, pero está claro entonces que son otros sus puntos fuertes. Así, tras toda la odisea personal de los suecos en estos últimos tiempos, el lanzamiento de nuevo material tras 10 años desde su último trabajo, se esperaba con especial ilusión pese a saber casi de antemano, que no sería el álbum pop que marcaría tendencia los próximos meses.
Y ni lo es, ni se pretende. Este Charm School simplemente suena a Roxette sin aditivos: un single impecable como Radio (con esa letra que no podemos evitar que nos recuerde al Suck my kiss de RHCP), baladas en las que la voz de Marie sigue sonando como siempre lo hizo, como es el caso de No one makes it on her own, y temas en los que Per demuestra ese lado propio, como Way Out y Only when I dream, su manera de entender un pop enérgico sin el que Roxette no sería lo que fue y sigue siendo: un grupo de pop con buenas melodías, buenas voces y un punto de positividad que los que seguimos disfrutando de Joyride o Crash Boom Bang, seguimos agradeciendo.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=f1N-Gf0Fbcg[/youtube]
En definitiva, quizás no sea el mejor disco del grupo. De acuerdo. Pero lo cierto y más importante es que sigue sonando a Roxette, y muchos de sus temas despiertan la nostalgia pero también la sonrisa. Así pues, prueba superada.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Fuel Fandango: "Para nosotros el directo es primordial. Es lo que más nos llena"
Parece casi imposible que algún sonido siga sorprendiendo a nuestros oídos en los tiempos que corren. Pero, de golpe conocemos a Fuel Fandango y confirmamos que, en lo que a música se refiere, ni mucho menos está todo inventado. Este grupo, centrado en hacer, como ellos mismos definen "canciones orgánicas de baile", fusiona influencias anglosajonas, europeas y sureñas con una facilidad pasmosa. A ello contribuyen los perfiles de sus integrantes, Nita y Ale Acosta: ella cantante formada en el mundo de la copla y el flamenco, él procedente de la banda Mojo Project, productor que ha trabajado con nombres como Enrique Morente, Buika, Chambao o Muchachito. Acaban de publicar su disco de debut como Fuel Fandango, y les hemos querido preguntar algunas cosas. Y sobretodo, imprescindible el vídeo adjunto a esta entrevista: "Shiny Soul" en directo en Reno Studios (Madrid).
La historia de Fuel Fandango: ¿cómo Ale encontró a Nita? ¿O más bien fue al revés? ¿Cómo se gesta este proyecto?
Pues nos encontramos por casualidad ya que Ale venía mucho por Córdoba a pinchar desde hace ya algunos años y resultó que teníamos muy buenos amigos comunes. Nos conocimos hace ya tres años y fue inevitable hacer música.
Los sonidos de vuestro primer álbum son sorprendentes por su variedad, ¿de qué fuente bebe Fuel Fandango?
Pues de fuentes insospechadas, la verdad que tenemos unos gustos muy dispares los dos. Desde lo más puro hasta lo más ecléctico.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=spt6RBmqM-E[/youtube]
La primera impresión que uno tiene al escuchar el disco es que en directo puede ser una bomba de relojería y parece que las críticas así lo confirman. ¿Cómo vivís vosotros la experiencia del concierto?
Pues para nosotros el directo es primordial. Es lo que más nos llena, sobretodo por la energía que se desprende en el escenario.
El soporte de la banda es imprescindible. ¿Qué nos contáis de los que os acompañan en la aventura?
Pues en directo vamos acompañados por Carlos Sosa, un pedazo de batería de las Palmas de Gran Canaria. Es un placer contar con el en este proyecto ya que se ha involucrado tremendamente en nuestra música, entiende el concepto a la perfección y nos sentimos muy seguros en el escenario.
¿Cantar en inglés igual a vocación internacional?
Cantamos en inglés porque nos parece que es un idioma con una musicalidad inmensa y que es el más adecuado para lo que hacemos. Lo mezclamos con el español en las partes más flamencas ya que es mi raíz, y por supuesto nuestra intención es que sea un proyecto de nuestra tierra pero tambien internacional.
Nita, tu voz es impresionante. ¿El sonido flamenco y de copla del que provienes qué tal se lleva con el funk?
Se lleva mu bien! Siempre he cantado de todo desde chiquita con la copla y el flamenco que me ha acompañado hasta ahora, pero también he hecho muchos otros estilos como el jazz o el funk. Ahora mezclo todo lo que he aprendido durante estos años de la mejor manera que sé!!!
En los próximos meses, ¿cuales serían vuestros deseos para Fuel Fandango?
Pues seguir como hasta ahora…
Y ahora... ¡el test!
Una canción que os gustaría haber firmado. Hallelujah de Leonard Cohen
Un lugar para perderse. Tailandia
Un superhéroe. Nuestros padres
Una película inspiradora. Más allá de los sueños
Un directo es… Puro Fuego!
Estadio, teatro o sala: Teatro pero tendremos que tocar más bajito…
Un sueño por cumplir: Vivir toda nuestra vida haciendo lo que más nos gusta!!
Escucha a Fuel Fandango en Spotify!
PD: Añadimos que el concierto previsto por la banda en el Festival In-Somni de Barcelona este fin de semana ha quedado cancelado por motivos ajenos a la voluntad del grupo. ¡Les esperamos pronto por aquí!
domingo, 13 de febrero de 2011
Ben Ottewell y "Shapes and Shadows"
Lo que es nosotros, descubrimos a Gomez a través de uno de los temas habituales de la emisora iCat FM, See the world. Un tema que sonaba fresco y abierto, y que se incluía en su álbum How we operate, del año 2004. Pese a no haber sido nunca un grupo de masas en nuestros lares, en su Inglaterra de origen cuentan con un gran reconocimiento, tanto con el posicionamiento de sus temas en las listas de ventas, como con la obtención del premio Mercury en 1998.
Y de vuelta a 2011, una de las voces de Gomez, presenta disco en solitario. Es Ben Ottewell, precisamente la voz que oíamos en aquel See the world. Su particular timbre no dejó indiferente tampoco en su etapa dentro de la banda, con afirmaciones como la aparecida en la revista Rolling Stone:
"El arma no tan secreta de Gomez es Ben Ottewell. Su voz profunda y ronca es escalofriante ... más propia de un músico de blues de otro mundo que de un británico con cara de niño."
También la revista GQ...
"La voz Ottewell no es de este mundo. Es un barítono profundo, reverente, el tipo de voz que estremece."
Ben Ottewell 'Lightbulbs' by Eat Sleep Records
Ciertamente, la voz de Ben Ottewell no deja indiferente y tiene un punto peculiar que engancha. Su recién estrenado disco en solitario tiene por título "Shapes and Shadows" y, si bien es un álbum, en general, de corte acústico, ello no implica que estemos ante un trabajo lento y aburrido. Temas como Chicago, cuentan con una base rítmica más que interesante y de sonido claro, que construye temas contrastantes: tanto encontramos los clásicos punteos de acústica como alguna guitarra distorsionada y ritmos más propios del rock y el pop (No obstacles). Igualmente, merece la pena remarcar el buen gusto que supone el uso de la sección de cuerdas en temas como Blackbird.
Pero no nos llevemos a engaño. En todo momento estamos ante un disco de autor, e incluso la imagen de su portada, un paisaje seco e invernal, lo refuerza. Así, probablemente sea esta una buena recomendación para los tiempos que corren, fríos no solo por causa del clima.
miércoles, 9 de febrero de 2011
"La joven Dolores", lo último de Christina Rosenvinge
Christina es veterana pero sus trabajos suenan frescos y vivos como nunca. Tu labio superior, su anterior trabajo, vio la luz en 2008, y los medios pero sobretodo el público lo recibió como agua de Mayo. Algo así sucede con este recién estrenado disco, La joven Dolores, que en esta ocasión está cantado (y contado) íntegramente en castellano. Su título no es casual: el conjunto de canciones está impregnado por un tinte nostálgico, que salta hacia atrás, hacia playas y otros escondites. Hacia historias personales con barcos e islas. Este ambiente se palpa claro en títulos como Jorge y yo.
Y es que la lírica es uno de los puntos fuertes de Rosenvinge. Con influencias declaradamente femeninas como Alejandra Pizarnik o Anne Sexton, las letras tratan múltiples puntos de vista del amor, basándose incluso en historia antigua y mitología para escribirlas, como contaba en esta interesante entrevista. Así, dentro de su estilo lánguido y fundente, este disco sigue presentando letras susurrantes y trabajadas, evocadoras y provocativas.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=KGl1l6EjqCg[/youtube]
Respecto al ritmo del álbum, se trata de un disco tranquilo y lineal, que da comienzo con una suave Canción del eco y va animándose ligeramente a medida que avanza. Entre ellos se encuentra el single con que ha presentado este álbum, Mi vida bajo el agua, uno de aquellos temas que a la primera escucha parecen adherirse a nuestro córtex para no salir de ahí. Pese a echar de menos algún corte más al estilo incorrecto de Tu boca o Negro cinturón, (por referir alguno de sus temas más recientes) el resultado final de esta joven Dolores es agradable y completo, manteniéndose fiel al estilo de Christina. ¿Y no era sino eso lo que esperábamos?