domingo, 30 de mayo de 2010

Retrospectiva: Otro ladrillo en el muro (The Wall, Pink Floyd, 1979)


por José Montes


Leo en las noticias musicales que Roger Waters, se lanza de nuevo a una gira mundial, esta vez celebrando el 30 aniversario de The Wall (El Muro), lo cual me lleva en esta mirada retrospectiva a situarnos en Septiembre de 1977.


Recién terminada la maratoniana gira de Animals, que duró seis meses y aterrizó en nueve países diferentes incluyendo por primera vez grandes estadios, Waters se sentía horrorizado: veía que algo tan personal como eran sus canciones terminaban siendo “un ritual circense sin sentido”.


En su vuelta a casa, Waters afirmó que si Pink Floyd realizaba otro gran espectáculo en directo, este sería prácticamente detrás de un…muro. Y nunca mejor dicho. 


Tras un largo período de reclusión en la casa que tenía en el campo, se presentó ante el resto de la banda con un proyecto que llevaba largo tiempo dando vueltas en su cabeza. En principio, su idea era lanzarlo al mercado en solitario, pero debido a los problemas financieros que atravesaba la banda (habían sido prácticamente estafados por un joven contable, Andrew Oscar Warburg, que les ocasionó graves problemas con el fisco), y al recibir un adelanto de 4.5 millones de CBS y EMI, la decisión estaba tomada.


The Wall terminaría siendo un doble disco con 27 cortes. Ante un proyecto tan complejo y ya que sus diferencias musicales con David Gilmour eran cada día mas evidentes, Roger Waters decidió incorporar un coproductor, Bob Ezrin, que a la postre fue vital su mediación entre ellos para conseguir sacar adelante el proyecto. 


El disco traza un camino diferente en la música de Pink Floyd. Destacar una u otra canción sería un poco absurdo, ya que la obra  en sí es una línea de principio a fin. Éste retrata la vida de una estrella ficticia del rock,  “Pink”, cargada con todos sus traumas, la muerte de su padre durante la Segunda Guerra Mundial, una madre sobreprotectora, la opresión de la educación británica, sus fracasos sentimentales y la gran presión de ser una gran figura del rock, el uso de las drogas y un “asma” enfermizo, hacen que vaya creando su mundo de fantasía autodestructiva detrás de su muro. Este es un argumento que es, en gran parte, autobiográfico del propio Waters, ya que en su vida hay muchos hechos similares a los de la vida de “Pink”. 







Los efectos de sonido fueron superiores a otros discos de Pink Floyd: helicópteros, bombarderos, llantos de bebé, voces de patio de escuela, marcaciones de teléfono y un largo etcétera de voces y sonidos, que van tejiendo y uniendo toda la obra entre sí. Los arreglos orquestales, corrieron a cargo de Michael Kamen, para lo que contó con una orquesta de 55 músicos. La calidad de sonido final fue excelente.


En cuanto a aportaciones individuales, la aportación musical de Dave Gilmour fue la siguiente: coescribir “Run like hell”, adaptar a su estilo “Young Lust”, y el gran acierto; rescatar una canción suya descartada, “Comfortably Numb”, que terminaría siendo una de las perlas del disco, además de ayudar a Roger en la música de las diferentes canciones.


Con lo que podemos afirmar que The Wall es la gran obra de Roger Waters, ayudado por Dave Gilmour; los otros dos componentes de Pink Floyd, Nick Mason a la batería y Richard Wright (que figuraba como músico contratado debido a las diferencias con Waters) a los teclados, solo aportaron su parte en la interpretación, más que en el concepto del álbum.


La grabación del disco se realizó entre abril y noviembre de 1979 y se publicó el 30 de Noviembre de ese mismo año. El resultado: un gran éxito comercial, el single “Another brick in the wall (part 2)” disparó las ventas del álbum, pasando a ser uno de los más vendidos de la historia del rock. 


En la crítica de la época se dijo de todo. Yo me quedo con la frase de Chris Brazier, crítico de la revista Melody Maker: “No estoy seguro si es brillante o terrible, pero a mí me resulta totalmente irresistible”. 


De su gira espectacular pero ruinosa,  la película de Alan Parker y de las continuas representaciones de la obra (la más popular, la organizada por Roger Waters en 1990 con motivo de la caída del muro de Berlín), hablaremos en otro momento.


 

jueves, 27 de mayo de 2010

Para no perderse nada del Primavera Sound

Estos días andan moviditos musicalmente hablando en la ciudad de Barcelona: más de 200 actuaciones conforman el Festival Primavera Sound de este año y se espera sea una de las ediciones más multitudinarias de este festival hasta el momento. Es difícil condensar todo esto en un solo post, así que, si queréis estar informados, preferimos emplazaros a un medio que viene realizando una cobertura profesional y completa desde hace días.


Se trata de la emisora iCat FM. Tanto desde  su frecuencia en antena como a través de su web, hemos podido seguir las previas de los grupos destacados, las últimas noticias o los horarios de las diferentes actuaciones y escenarios. La manera de recuperar todo este material es sencilla, a través de su web, encontraréis un destacado en la parte superior izquierda. Para acabar de rematarlo, programas como "Cabaret Elèctric" (que se emite ahora mismo) cubren el evento en directo con crónicas sobre el terreno, y su página de Facebook se actualiza constantemente con imágenes y comentarios.


¿Podíamos pedir más? Sí, la transmisión en directo del concierto de Wilco, viernes a partir de las 22.30h.


sábado, 22 de mayo de 2010

21-may: Love of Lesbian + ONCA (Sant Cugat)

La noche prometía. Entradas agotadas (desde hace algunos días), escenario poco habitual (el Teatre-Auditori de Sant Cugat) y un formato especial: Love of Lesbian se presentaban acompañados de la Orquestra Nacional Clàssica d'Andorra, con un concierto en que sus temas de siempre se verían ampliados con arreglos para esta formación, compuestos para la ocasión por el compositor Fernando Velázquez, autor entre otras, de bandas sonoras como la de El Orfanato



 

De entrada sorprendía el público, más heterogéneo que de costumbre y que amplió considerablemente su franja de edad por arriba y por debajo. Realmente, el ambiente daba gusto y era muy propicio al disfrute tranquilo. Y a las 10 en punto de la noche, tras los tres timbres, los músicos aparecieron en escena. Las canciones fueron desplegándose una tras otra, abriendo la noche con "Un día en el parque", una de aquellas joyas que no se escuchan habitualmente en los conciertos del grupo y que tanto merece la pena. Público y banda tuvimos que acostumbrarnos al nuevo sonido: el volumen fue ligeramente más bajo de lo acostumbrado, con una batería discreta en beneficio del equilibrio con la orquesta. Palmas comedidas por respeto a la música, espacios de silencio entre temas, expectación tranquila y bien dirigida por los comentarios de Santi Balmes. Con todo y con eso, la orquesta quedó en temas como "Carta a todas tus catástrofes" o "Houston tenemos un poema", más escondida de lo deseable; mientras que en otros como "Domingo astromántico" o "La parábola del tonto", la combinación fue simplemente perfecta, creando una magia que uno deseaba que no terminase nunca.


Y como era de esperar, poco a poco, público y banda fuimos encontrando nuestro sitio y sintiéndonos más cómodos en estas nuevas posiciones. Y el concierto no pudo más que terminar como es, ahora sí, habitual, en los directos de Love of Lesbian: con todo el Auditorio de pie desde una soprendente "Música de ascensores" hasta el final, que consiguió, no solo levantar espontáneamente al público de las butacas, sino hacernos saltar como en cualquier festival. En definitiva, toda una experiencia, nueva y emocionante, y que sería deseable que volviera a repetirse: los arreglos fueron magníficos, y aunque quizás podrían haber estado más presentes, se queda uno con ganas de más.


 

jueves, 20 de mayo de 2010

Cuerdas Rotas (cap. 6)

Porque hablando de festivales... ¡Hay carteles que requieren un esfuerzo! ;)


(Haz click en la imagen para verla a tamaño completo)

miércoles, 19 de mayo de 2010

De festivales y otros cuentos... (II)

Seguimos nuestro recorrido por los festivales de este verano haciendo una parada en un festival especial: Luna Lunera. Celebrándose desde el año 2002, este festival podría ser visto más como un ciclo de conciertos, dado que sus actuaciones se reparten a lo largo de diversos fines de semana en los meses de julio y agosto. Por su escenario ubicado en Sos del Rey Católico (Zaragoza), han pasado artistas como Iván Ferreiro, Luz o Macaco en el ámbito nacional; y procedentes de fuera de nuestras fronteras, Paul Carrack, Roger Hodgson o Jackson Browne (que por cierto, acaba de publicar nuevo disco).



Pero este año, han conseguido sorprender. La organización ha dado a conocer hoy su ciclo más internacional, gracias a las colaboraciones con otros festivales como el Azkena Rock, además de otras instituciones. Pero vamos a lo que nos interesa: los nombres. ¿Qué os parece abrir el ciclo con Ben Harper, seguir con Elvis Costello acompañado de Biggott, disfrutar de una noche de rock con Eli Paperboy Reed e Imelda May, para seguir con otra de canción de autor de la mano de Quique González y Jakob Dylan? En cuanto a calidad, no creo que haga falta decir mucho más...


De cualquier modo, reconocemos que se trata de un festival delicatessen, teniendo ello su traducción a nivel económico. El abono a todos los conciertos del festival tiene un precio de 450 euros, aunque si no andais demasiado prósperos o no vivís en los alrededores, siempre podéis estudiar el cartel y decidir: hay entradas individuales desde 20 euros.

Para conocer toda la información acerca de este festival (horarios, precios, ubicación...) podéis visitar su página web oficial, ¡muy completa!

martes, 18 de mayo de 2010

Lori Meyers: Cuando el destino nos alcance


Las expectativas eran altas. Con Cronolánea, los chicos de Loja habían dejado el listón muy alto. Y es que su anterior trabajo, publicado en 2008, contaba con un sonido característico y propio, además de tener una fluidez de ritmo envidiable a lo largo de todo el álbum. En estas circunstancias, lo más lógico y previsible hubiera sido que los granadinos hubiesen seguido una línea de continuidad con su nuevo lanzamiento, profundizando en la fórmula que tan bien les había funcionado.


Pero Lori Meyers han ido más allá. Con voluntad de seguir evolucionando, acaban de presentar Cuando el destino nos alcance, un álbum con 11 canciones que con Mi Realidad como carta de presentación, han roto los esquemas y expectativas que pudiéramos tener en mente. Las reacciones iniciales al single fueron, en su mayoría, de desconcierto. Críticas para todos los gustos se podían leer en las redes sociales. Sin embargo, con el disco completo a nuestro alcance, podemos establecer dos cosas.


La primera, los Lori se han arriesgado, y han publicado un álbum distinto a todo lo que habían hecho hasta el momento. Precisamente por esto, son necesarias algunas escuchas para empezar a entrar en este laberinto: cada canción es un mundo, una sensación, un sonido distinto.


La segunda cosa es que les ha salido bien. Los nuevos temas son más que interesantes; y lo que es más importante, no han perdido la esencia del grupo, que quizás algún día sepamos donde se encuentra. Quizás en la particular voz de Noni, quizás en sus melodías o en sus potentes bases que destilan pop y rock a partes iguales. Aunque bien pensado, quizás la quintaesencia se halle precisamente en ser Lori Meyers: siempre ellos y siempre nuevos.


Escucha "Cuando el destino nos alcance" en Spotify!

lunes, 17 de mayo de 2010

Recordando a Ronnie James Dio

Hoy nos permitimos adentrarnos en un género que no solemos tocar, pero por el que yo misma no oculto mi enamoramiento: el Heavy Metal. En ocasiones considerado marginal, desde sus primeros sonidos allá por los años 60 (parece que lo teóricos no acaban de ponerse de acuerdo exactamente del momento), este género del rock ha dado numerosos nombres de gran calidad; lamentablemente, como siempre en estos casos, uno de esos nombres se despedía de nosotros ayer, a causa de la enfermedad que arrastraba desde hacía seis meses: Ronnie James Dio.


Quizás para algunos este nombre no diga mucho de entrada, pero... ¿alguno de nosotros no ha hecho alguna vez los famosos cuernos en cualquier concierto más o menos "duro"? Pues según parece, este gesto se lo debemos a él... Quizás ahora empecemos a situarnos. De cualquier modo, nuestra entrada de hoy va dedicada a Ronnie James Dio, uno de los ya míticos vocalistas del metal.



Sus principios los encontramos en la banda Elf, que causó tal impacto a Ian Paice y Roger Glover, ambos miembros de Deep Purple, que dedicieron producir uno de sus trabajos, para llevarlos más tarde como teloneros en gira. Tras esta etapa, el guitarra de Deep Purple, Ritchie Blackmore, inició su proyecto en solitario, Rainbow: aquí las voces corrieron a cargo de Dio, y fue aquí donde empezó a ascender su popularidad. Años más tarde, fue sonada su entrada en Black Sabbath en sustitución de Ozzy Osbourne, que empezó a rehabilitarse de las adicciones que arrastraba en los últimos tiempos. Más adelante llegaron sus proyectos en solitario,  al frente de una banda llamada simplemente Dio, y más tarde con otra formación, Heaven and Hell.


Casi cincuenta años en el mundo del rock se dicen pronto, y por supuesto, la lista de temas que nos ha legado es ingente: Man of the silver mountain, Children of the Sea, Die young, Don't talk to strangers o Holy Diver son solo una pequeña muestra.


De cualquier modo, si hemos de despedirnos de Dio, nos gustaría hacerlo con una de las intervenciones más simpáticas que protagonizó en el mundo del cine. Se trata de su aparición en la película Tenacious D, protagonizada por Jack Black y Kyle Glass. En el fragmento, el crío incomprendido apasionado del rock, tras una bronca monumental de su padre (que no es otro que Meat Loaf) le pide consejo al póster de Dio que cuelga tras su puerta.


Así pues, su trayectoria ha sido toda una lección de música, de actitud y de entrega, y hemos querido recordarla en estas breves líneas.


Tenacious D - Kickapoo






 

domingo, 16 de mayo de 2010

De festivales y otros cuentos... (I)

Esta vez parece que la pausa ha sido un poco más larga, las exigencias académicas en ocasiones acarrean sus consecuencias y no se licencia una todos los días. Así que, dicho esto, espero que a partir de ahora volvamos a poder estar en contacto con la frecuencia deseable en estos casos! :)


En estos días de ausencia han pasado muchas cosas en el mundo musical que nos rodea, algunas de las cuales iremos recuperando. Y entre ellas, han aparecido varios carteles de festivales más que interesantes. Hoy compartiremos con vosotros dos de ellos, que tienen en común su ubicación en tierras catalanas, aunque cada uno con sus particulares puntos fuertes... ¡Empezamos!


1. Estrella Damm Faraday 2010



Entorno agradable, precio asequible, cartel más que interesante. Todo esto es el Festival Faraday. Con sede en Vilanova i la Geltrú, población catalana que periódicamente produce grupos tan destacables como La Brigada , encabeza su cartel con la actuación de Jeff Tweedy, líder de la banda Wilco, que a estas alturas no necesita presentación. Asimismo, combinan la oferta nacional, con nombres como Maika Makovski, Los Punsetes o Mujeres, con otros como los ingleses The Wedding Present o los veteranos Clem Snide, procedentes de Boston, que esta vez ofreceran un concierto especial en el que interpretaran el álbum "Zuma" de Neil Young. En definitiva, un festival muy completo indicado para aquellos que gustéis de la música anglófona.


2. PopArb 2010



Este festival se caracteriza principalmente por dos cosas: su entorno envidiable en plena naturaleza y su capacidad de aglutinar en un solo fin de semana a un gran número de nombres importantes de la escena musical catalana. En esta edición, Standstill, Dorian o Els Amics de les Arts son algunos de los grupos que pasarán por los escenarios de Arbúcies. Muy recomendable.

A lo largo de estos días comentaremos algunos otros festivales que se realizarán en estos próximos meses, ¡seguiremos conectados!